Una cuarta ola de contagios por COVID-19 es posible, pero cada vez más estados levantan las restricciones. Vea aquí cómo vacunarse

Edicion Noticias Telemundo Por Erika Edwards - NBC News Después de varias semanas de estabilidad, los casos de COVID-19 en Estados Unidos están aumentando nuevamente, una clara señal de advertencia de que el país podría enfrentar otro aumento "evitable" de contagios, dijo este viernes la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). El repunte se produce en un momento crítico, cuando los estadounidenses están exhaustos y desesperados por volver a la normalidad, pero también quizás mejor equipados que en cualquier otro punto de la pandemia para afrontar la crisis sanitaria, gracias al aumento del suministro de vacunas. [Planifica tu vacuna: aquí puedes chequear si ya eres elegible para la vacuna contra el COVID-19 y a dónde acudir] La directora de los CDC, la doctora Rochelle Walensky, dijo en una conferencia de prensa que el promedio más reciente de casos de COVID-19 durante siete días fue de aproximadamente 57,000 casos diarios, un aumento del 7% con respecto a la semana anterior. "Sabemos por olas anteriores que, si no controlamos las cosas ahora, existe un potencial real para que la curva epidémica se eleve nuevamente", dijo, y agregó que sigue "profundamente preocupada" por la tendencia de aumento. El desafío inmediato para Walensky y otros funcionarios de salud pública es convencer a los estadounidenses agotados ​​de los protocolos por la pandemia de que aguanten un poco más con las mascarillas y el distanciamiento físico, ya que las vacunas se están administrando a una velocidad promedio de 2.5 millones por día. Aun así, solo el 14% de la población de Estados Unidos está completamente vacunada, según los CDC. Pero ¿están escuchando los estadounidenses o sus líderes locales? Las súplicas urgentes de los funcionarios de salud pública se producen cuando un número creciente de estados ha comenzado a relajar las medidas de mitigación. "Los funcionarios electos están socavando los mensajes de salud pública a diestra y siniestra", dijo Brian Castrucci, presidente y director de operaciones de la Fundación de Beaumont, una organización de salud pública sin fines de lucro. Arizona es el estado más reciente en anunciar que abandona las órdenes de usar mascarillas en lugares públicos, a la vez que está permitiendo que los bares y restaurantes que reabran por completo. También lo han hecho Iowa, Mississippi, Montana, Dakota del Norte y Texas. [El exdirector de los CDC durante el mandato de Trump dice que el coronavirus escapó accidentalmente de un laboratorio chino] A partir del viernes por la tarde, se permitió que muchas empresas de Carolina del Norte, incluidas las tiendas minoristas, reabrieran por completo. Connecticut y Maryland también han anunciado planes para revertir los esfuerzos de mitigación. En una declaración a NBC News, la cadena hermana de Noticias Telemundo, Walensky reconoció que su equipo está "compitiendo contra los mensajes de los estados que están retirando las medidas de salud pública como los requisitos de uso de mascarillas y el relajamiento de los límites para las cenas en restaurantes y bares". "También estamos comunicándonos con un público fatigado", dijo después de la sesión informativa del viernes, en la que instó a las personas a mantener la disciplina. "Podemos vencer esto, pero será necesario que todos trabajemos juntos". Sin embargo, parece que mucha gente no está escuchando. Las ciudades principales a las que viajaron los jóvenes por las vacaciones de primavera (spring break, en inglés) están abarrotadas. Muchos bares y restaurantes se están llenando hasta el tope. "Claramente, no está funcionando", dijo la doctora Leana Wen, médica de emergencias y excomisionada de salud de Baltimore. "No funciona si les decimos, 'no viajen, no vayan de fiesta', porque lo están haciendo". Wen dijo que la mejor estrategia es comunicar formas de minimizar el riesgo, no necesariamente eliminarlo. Forzar a los jóvenes en sus vacaciones de primavera a que salgan de las playas o de otros lugares al aire libre puede tener el impacto involuntario de hacer que esas aglomeraciones se hagan en locales cerrados, provocando una escena más peligrosa. "En lugar de reunirse en bares al aire libre, lo harán en la habitación de hotel de alguien con 10 personas en una sala mal ventilada”, dijo Wen. Estos mensajes contrastantes no sorprenden a Castrucci. "Toda esta pandemia es un monumento a nuestra incapacidad para comunicarnos de manera eficaz", dijo. Más allá de cambiar las estrategias de comunicación sobre cómo tener reuniones más seguras, vale la pena recordarle a la gente que el final de la pandemia puede estar cerca. La doctora Julie Morita, vicepresidenta ejecutiva de la Fundación Robert Wood Johnson, describe la situación actual de la pandemia en Estados Unidos como si se acercara al final de un maratón. "Es mucho más fácil detenernos y relajarnos y bajar la guardia y olvidarnos del distanciamiento social y evitar las grandes multitudes", dijo Morita, quien también se desempeñó como excomisionada de salud en el Departamento de Salud Pública de Chicago. "Pero en realidad podemos llegar al final. La línea de meta está a la vista". De hecho, ese es el mensaje que Walensky dijo que intenta transmitir en las llamadas semanales con los gobernadores, alentándolos a "esperar un poco más". "Ciertamente entendemos que la gente está cansada", dijo Jeff Zients, coordinador del grupo de trabajo para el COVID-19 de la Administración Biden, durante la sesión informativa del viernes. "Pero no podemos bajar la guardia". Castrucci sugiere una táctica de comunicación diferente por parte de las autoridades de salud pública: en lugar de centrarse en la mitigación, es mejor mantener el foco en las vacunas. Y dijo que es más efectivo si los mensajes provienen de personas que no son políticos, como los líderes religiosos, los médicos y la gente común. "Cuantas más personas se vacune, más podrán decirles a sus amigos: 'Vaya, me siento muy bien', 'No tuve ningún efecto secundario' o 'No me convertí en un zombi'", dijo Castrucci. "Necesitamos seguir repitiendo esta conversación".